Sobre mí
By David Domínguez
Sobre mí
Humorista, Cómico, Presentador, Showman, Tertuliano, Emprendedor y Papá…
Me considero una persona muy afortunada ya que todo lo que me he propuesto en la vida lo consigo. Y además disfrutándolo.
Todos al nacer ya sabemos llorar, necesitamos aprender a reír
Desde el 2019 recorro la geografía española con mi espectáculo ¿Seré yo raro?
Os cuento mi historia
Soy el pequeño de una familia de clase media tengo un Hermano y una Hermana mayores.
Nací con una desviación de cadena, los médicos pensaban que me iba a quedar cojo. Una vez cada semana mis Padres tenían que coger el coche y llevarme a cien kilómetros de donde vivíamos para que me revisará un especialista. Así estuve más de año y medio. En uno de esos viajes, en un atasco, un camión nos embistió por detrás y yo con nueve meses salí despedido desde la parte atrás el coche hasta estrellarme con el cristal de delante. Afortunadamente no le pasó nada, eso creen los médicos, pero yo creo que aquel golpe me hizo lo que soy ahora una persona que siempre, siempre encuentra soluciones a los problemas.
Todo ese esfuerzo que hicieron mis Padres tuvo su recompensa al cabo de dos años, el niño que nació cojo le hicieron un nudo y se convirtió en “cojonudo”.
Ya era un niño normal bueno un poco flaco y un poco bajito para la media, pero feliz muy feliz.
Mi infancia en la España de los 80 donde mis Padres eran autónomos, trabajaban de sol a sol, mis Hermanos eran mayores, y yo tenía que auto cuidarme.
Me encontraba en un mundo en el que un niño de ocho años, pequeño y delgado era un blanco fácil para la gente sin escrúpulos.
Tuve que aprender a defenderme a hacerme respetar y conseguí ser un adolescente sin complejos.
A nivel académico fui un fracaso del sistema educativo, no suspendí ni una asignatura, pero estaba deseando cumplir los dieciséis años para dejar de aburrirme en el instituto e irme a trabajar.
Mi Padre y mi Madre estaba muy frustrados ya que ninguno de mis Hermanos mayores ni yo seguimos más allá del bachillerato.
En mi casa mis hermanos y yo solo veíamos trabajar de sol a sol.
Con dieciséis años ya trabajaba mis diez o doce horas diarias, sábado por la mañana obligatorios y por la tarde y los domingos voluntarios.
Pero claro yo no podía llegar a casa a quejarme, mi Padre estaba deseando que abandonara la fábrica para que empezar a estudiar otra vez.
De tanto trabajar y mi cuerpo tan flaco y pequeño me hice una hernia y me tuvieron que operar, lo que aprovechó el dueño de la empresa para no renovar mi contrato.
Aun así, me lo pase Bomba.
Cuando me recuperé ya tenía otro puesto de trabajo, uno que me encantaba, me ofrecieron ser fontanero. Siempre fui el manitas de mi casa.
Ya no tenía que estar encerrado doce horas entre cuatro paredes, sino que ahora estaría cada día disfrutando de una aventura nueva.
Me lo pasaba genial.
Al poco tiempo fui al servicio militar ósea hice la mili. ( fui uno de los últimos en España en hacerla obligatoriamente)
Conocí a muchísima gente, fui conductor y viaje por media España colocando baterías antiaéreas, aprendí un montón y también me lo pasé en grande.
Al terminar el servicio militar volví a la empresa de fontanería y ya tenía preparado un nuevo puesto esta vez seria técnico en mantenimiento y reparación de frío y calor.
Con 20 años ya estaba yo manteniendo y reparando calefacciones y aire acondicionado de colegios e institutos bancos y viajando por muchos pueblos para hacerse mantenimiento. Una época donde aprendí y disfruté muchísimo.
Me encantaba ese trabajo quería seguir aprendiendo y aprendiendo me apunté a un curso de FP (formación profesional) por las noches, para sacarme los títulos conocí a muchísima gente del sector y aprendí todo lo que necesitaba para poder montar mi primera empresa.
En principio era montar una empresa instaladora que era lo que sabía hacer, y cuando fui a visitar a los proveedores me di cuenta de que en la zona donde yo vivía existía una problemática.
Los buenos proveedores con las mejores mercancías y buen asesoramiento, estaba lejos. Entonces decidí solucionar ese problema.
Monte una pequeña tienda/almacén para asesorar a los instaladores y mantenedores de la zona y a hacerle llegar los mejores productos al mejor precio.
Mi pasión/decisión era imparable.
Me desenvolvía en un mundo, allá por el 2002 2003, donde el boom inmobiliario estaba en plena efervescencia, yo era un chico de 23 años con apariencia de diecisiete en un mundo de constructores millonarios y volúmenes de facturación que no cabían en mi calculadora. Disfrute muchísimo
Viajaba a las ferias del sector, acudía a hablar con proveedores, fabricantes y todos me decían lo mismo, y tu Padre ¿Dónde está? porque has venido tu solo. No querían atenderme. Verles la cara de sorpresa era genial.
Así que tuve cambiar de estrategia, le decía a mi Padre que se viniera conmigo a acompañarme, el hacia la introducción y cuando ya nos hacían caso, mi Padre se apartaba y les decía, a mí no me explique nada yo pertenezco a otro sector no entiendo nada de climatización el experto es el. La cosa funciono muy bien. Y las risas fueron memorables.
Mi pequeña empresa, está tiendecita que había montado para asesorar y hacer llegar productos a los instaladores se convirtió en un almacén para el profesional que al poco tiempo ya facturaba más de un millón de euros. Que bien me lo pase.
Entre medio de toda esta vorágine yo era un chaval de veintipocos años que los fines de semana salía a divertirme con mis amig@s.
En una de esas salidas conocí a una chica y a los ocho meses nos casamos. Increíble pero cierto.
Los primeros cinco años lo dedicamos a viajar y a disfrutar el uno del otro. Conocimos medio mundo. Y vivimos a miles de aventuras.
Todas esas experiencias, yo las contaba una y otra vez a toda la gente que me encontraba.
Me daba cuenta de que se me daba bien eso de contar historias y que la gente le prestaba atención, se reían, y me pedían que se las contara una y otra vez.
Entonces me di cuenta de que yo podía hacer eso que a mi me gustaba y había visto tantas veces en la televisión. Hacer monólogos cómicos.
Un día estando en la bañera con mi mujer relajarnos le dije cariño: me voy a dedicar a la comedia.
Cuál fue mi sorpresa que ella me apunto un concurso de monólogos y me dijo ahí lo tienes, al cual me apunté, fui y lo gané.
A partir de ahí vinieron más oportunidades más concursos y decidí que necesitaba formarme.
Estuve en unos cursos de verano de la productora el terrat de Buenafuente también te en un curso en Bogotá como Bobby comedia comediante venezolano.
Y comencé a devorar todos los libros que encontraba sobre comedia.
Había encontrado una forma de ganar dinero haciendo lo que más me apasionaba en la vida, hacer reír a los demás.
Cada compañero, cada curso y cada libro me ayudaba a ser mejor cómico.
Y ahora que ya conoces mi historia resumida de mis primeros 40 años sobre la tierra.
¿Quieres que te avisemos de los próximos eventos?
¡Apúntate!